La
educación en el Ecuador ha dado un giro transversal al considerar las
necesidades educativas especiales, revolución que no pudo haberse logrado sin
la nueva constitución política del estado ecuatoriano, aprobada en el 2008 y
desarrollada en la Ley Orgánica de Educación Intercultural que tuvo vigencia
desde el 2011, consecuentemente las autoridades competentes ejecutaron lo
pertinente, la creación en unos casos y el sostenimiento en otros, de un modelo
de educación inclusiva ecuatoriano.
Después
de mas de un año de trabajo coordinado entre la DIPEIB-Napo y la Fundación Adelanto Comunitario Ecuatoriano
FACE, se da paso a partir de mayo del presente año con la asignación de
presupuesto económico por parte del Ministerio de Educación para la
contratación de personal técnico para fortalecer la ambiciosa pero muy justa
labor de brindar atención a aquel sector estudiantil, que no se enmarcan dentro
de los estándares normalizados establecidos en las instituciones educativas, y
que hasta antes de esta transformación eran excluid@s, una de las
manifestaciones la invisibilización, que se traduce en carencia de acceso a la
salud física y mental, alimentación y educación, tal situación ha denigrado en
su calidad humana no solo a quienes son victimas de esta sino también a quienes
la ejecutan.
La
implementación de este modelo de educación inclusiva y especial le ha devuelto
a la sociedad su condición humana, en el sentido de poder reconocer al otro, de
visibilizar y aceptar lo diferente, esto, se constituyo en una de las tareas
permanentes, constantes y fundamentales
de nuestra actividadtécnica, para lo cual utilizamos instrumentos de
recolección de datos como: censos y diagnósticos tanto escolares y
comunitarios, fichas psicopedagógicas, mapeos, fichas de admisión y evaluaciones clínica psicológicas.
En
nuestra labor hemos detectado lo siguiente: la visibilización de las necesidades
educativas especiales resulta mas evidente si esta tiene que ver con una
discapacidad sea física, sensorial, intelectual o múltiple, mientras que si las
necesidades educativas especiales tienen
que ver con la conducta o comportamiento son memos perceptibles y por tanto
tienen mayor riesgo a ser discriminados lo que se manifiesta con una tendencia
a ser etiquetados con calificativos como: tontos, lentos, retrasados,
molestosos, maleducados, vagos entre otros.
Los
hallazgos encontrados de las 245 evaluaciones clínicas-psicológicas aplicadas
en las Redes Educativas: Sindi, Mondayaku Wamani, Paushillayu, Centro Río Napo,
Sumak Sacha y Campanacocha, demuestran que la dificultad para el aprendizaje que
se manifiesta en los estudiantes forma parte de una cuadro diagnóstico con
problemas mas severos de tipo comportamental; frente a tal situación los
docentes regulares no logran dar respuestas efectivas que solucionen las
inadaptaciones en el aula, en igual condición se encuentran los padres/madres
de familia, de ahí la importancia de un educador capaz de encarar con recursos técnicos y
humanos la problemática, cuya contribución al país resulta invaluable, puesto
que al no ser superados estos obstáculos la calidad productiva en un futuro
próximo, dejaría un saldo desfavorable.
Después
de las evaluaciones clínico psicológicas, se continuo con las respectivas
adaptaciones curriculares, en la actualidad son 193 estudiantes en 18
establecimientos educativos (CECIB Pedro Santiago Alvarado, CECIB Manuel J.
Calle, CECIB Cristóbal Vargas, CECIB Honorable Consejo Provincial, Unidad
Educativa David Miller, CECIB Telmo Tapuy, CECIB Domingo Andi, CECIB Luis A.
Martínez, CECIB Shiringa, Unidad Educativa Almindaris, Unidad Educativa Gonzalo
David Avilés, Unidad Educativa Bartolome Marin, Unidad Educativa Nicolas
Shiguango, Unidad Educativa Mondayaku, CECIB Kinti, CECIB Nina Rumi, CECIB
Paulino Grefa ) con 17 docentes de
educación inclusiva y especial que brindan atención a estudiantes con
necesidades educativas especiales sin discapacidad.
Del
total de Redes Educativas a cargo de la DIPEIB – Napo, restan dos: Pano y
Porotoyaku para la realización de la evaluación clínico – psicológica, se tiene
previsto realizar las evaluaciones para principios del próximo año.
Considerando
los criterios diagnósticos, legales y lo expuesto en las conclusiones recomendamos
la participación de docentes que brinden atención a los y las estudiantes con
necesidades educativas especiales NEE con discapacidad y sin discapacidad. En el caso de los docentes que atienden las
necesidades educativas especiales sin discapacidad planteamos su pertinencia ya
que estos cumplen funciones relevantes a nivel comunitario, psicopedagógico y
con el entorno familiar que al momento se encuentran ejecutando estrategias
preventivas, detección y de seguimiento de procesos terapéuticos.
Por otro lado
como se ha manifestado en el presente informe más de 193 estudiantes necesitan
de la labor diaria, constante y permanente de un docente capacitado para cubrir
sus necesidades.
Hay
que considerar que los beneficiarios no solo son los estudiantes que reciben la
atención sino también las de sus familias, instituciones educativas y
comunidades.
No
cabe la duda frente a los amplios e
importantes avances que hemos logrado no solo como comunidad educativa sino
como una sociedad que avanza en calidad educativa.
Texto: Psicólogas Clínicas Katy Betancour y Soraya Loachamín
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