Para contribuir a tener un Ecuador más
justo y equitativo, es necesario que las Instituciones, sociedad y
autoridades sumemos voluntades para
lograr cada día ser más incluyentes.
Sensibilización de discapacidad visual en la sala Milly Jumandy de DIPEIB-Napo junto con FENCE. |
En la actualidad, estamos
logrando en nuestro país cambios significativos, a partir del inicio de un
proceso de organización orientado a mejorar la
calidad de vida y el desarrollo social y de esta manera integrar en
todos los aspectos a los ciudadanos que enfrentan un reto mayor al del
resto de la población. Este importante
sector de la población nos inspira y motiva a crear nuevas perspectivas, nuevos
horizontes e importantes programas que los incluyan.
Reunión con los profesores de educación especial y apoyo de inclusión de DIPEIB-Napo con la Coordinadora zonal de educación inclusiva y especial de la Zona 2, Dr. Myriam Cabezas. |
Este nuevo Programa invita
los actores de la Educación a sumarse al
reto para un cambio social, ahora tenemos el de adaptar y readaptar nuestros
centros educativos y de establecer
nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje adecuados a nuestros planes de estudio,
orientar el servicio social y, sobre todo, promover una cultura en toda la
comunidad, en donde integremos a cada uno de los estudiantes que por distintas
circunstancias requieran de algún programa de acompañamiento, aulas accesibles y sistemas de información y
aprendizaje adaptados a sus necesidades educativas específicas.
Lic. Marcelo Fares (en el medio) Director de Educación del Distrito Educativo Intercultural de Napo con su secretaria (en la izquiera) y Dr Myriam Cabezas (derecha). |
Luchar por una institución
de educación incluyente, significa reencontrarnos con lo más valioso de nuestra
tradición humanista y solidaria.
Lic. Jenny Tapuy, Coordinadora del Programa de Educación Inclusiva y Especial (PEIE) del DIPEIB-Napo con estudiante del CECIB Bartolomé Marín. |
Tenemos
la suerte de vivir en una sociedad compuesta por muchos y variados grupos de
personas. Grupos y personas diferentes
entre sí, que forman parte de la esencia de nuestra cultura y de su futuro.
Pero la forma en la que a menudo están organizadas nuestras sociedades lleva a
que algunos grupos no sean capaces de ejercer plenamente sus derechos
fundamentales y sean excluidos socialmente.
Muchas veces, esa
discriminación nace de los prejuicios que tenemos hacia ellos, hacia los
discapacitados, hacia los inmigrantes y los refugiados, hacia las distintas
etnias que componen nuestra sociedad, hacia los enfermos, hacía las personas
mayores, etc.
La diversidad plantea uno
de los principales retos para la reconstrucción de la ciudadanía. Tenemos que
asimilar el Derecho a la diferencia, reconociendo las necesidades específicas y
las aportaciones de cada población. El derecho a no ser discriminado se
completa con el derecho a beneficiarse de diferentes medidas para garantizar su
integración e inclusión y participación
en la vida social. A ello hay que unir el ejercicio de valores como la
solidaridad y el respeto, como principios básicos para la convivencia.
Prof. Milton Carrera, Gobernador de Napo entregando fundas navideñas para los estudiantes de la Escuela Especial "El Chaco". |
La
integración es la consecuencia de la participación de todas esas personas en
todos los ámbitos de la sociedad. Para
ello, muchos han de recibir apoyo por parte de los demás. Todos debemos
potenciar el uso y disfrute de los recursos
fomentando su participación en la
vida cultural, social y política. La integración en un proceso dinámico que
debe incluir la participación de todos los miembros de la sociedad y debe estar
basado en la igualdad, no en la caridad.
Estudiantes, padres de familia y profesores de la U.E.I.B. David Miller de la comunidad kichwa Campana Cocha. |
En
una sociedad integradora todos ganamos, del
efecto enriquecedor de la diversidad. Porque al final y al cabo, “nosotros” somos todos.
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